martes, 10 de abril de 2007

EL COLOSO DE RODAS


El Coloso de Rodas fue una gigantesca estatua del dios Helios erigida en la isla de Rodas, Grecia, en el siglo III adC por el escultor Cares de Lindos. Su tamaño era aproximadamente el de la moderna Estatua de la Libertad, ubicada en Nueva York, aunque descansaba sobre una plataforma menos elevada.

En el año 305 adC, Rodas, que en las luchas de los Diadocos se había alineado con Ptolomeo I, fue invadida por un poderoso ejército dirigido por Demetrio Poliorcetes, hijo de Antígono I Monophtalmos. Para apoderarse de la ciudad, Demetrio debió iniciar la construcción de varias torres de asedio con el fin de asaltar las murallas. La primera de estas torres estaba montada en seis barcos, pero naufragaron en una tormenta antes de ser utilizados. Demetrio volvió a intentarlo con otra torre aún mayor, con base en tierra y denominada Helepolis, pero los defensores rodios repelieron el ataque inundando el terreno ante los muros para que la torre no pudiera desplazarse. En el año 304 adC, una flota enviada por Ptolomeo I, aliado de Rodas, hizo huir precipitadamente a Demetrio, quien abandonó la mayor parte de su armamento de asedio. A pesar de su fracaso frente a los muros de Rodas, Demetrio obtuvo el sobrenombre de Poliorcetes, "conquistador de ciudades" por sus éxitos militares.

Para celebrar su victoria, los rodios decidieron erigir una estatua gigantesca al dios Helios, protector de la ciudad. Su construcción fue encargada a Cares, nativo de la isla, que ya antes había realizado estatuas de gran tamaño. Su maestro, el célebre Lisipo, había esculpido una estatua de Zeus de 12 metros de altura.

Con esta obra llegaron a ser cinco las maravillas del mundo que se encontraban en la faz de la tierra al mismo tiempo. Pero este número nunca fue superado, sino que al contrario, fue decayendo. 56 años después de su construcción, en el año 223 adC un terremoto derribó la colosal obra, pero los habitantes de Rodas decidieron dejar sus restos en el mismo lugar donde cayeron por seguir el designio de un oráculo. Y así ocurrió durante novecientos años aproximadamente, hasta que en el año 654 dC los musulmanes se apoderaron del bronce como botín en una de sus incursiones.

3 comentarios:

Bender dijo...

Hala, hala, a llevarse los escombros, que nos darán buen parné en el mercadillo XD.

Desde luego, esta es una de las maravillas del mundo que más risa me dan, porque duraron muy poco y no pensaron en lo malo de su diseño.

En fin, con los terremotos todo se fue al garete, una pena.

quaid dijo...

si, si de verdad era tal cual se ve en las imagenes, deberia de ser guapisimo.

Bender dijo...

Sí, tienes razón, impone mucho más ver la figura de un hombre, que la de otra construcción. Me acuerdo cuando estuvimos viendo en el trabajo los videos de las 7 maravillas del mundo y salía esta, con recreaciones por ordenador de cómo se rompió.