
No sólo tiene siete vidas, según reza el dicho. Además, esta gatita que nació el miércoles en la barriada de San Roque, en Badajoz, cuenta con dos hocicos y dos pares de ojos.
A su madre, Rosa, una gata de unos ocho años de edad, le costó bastante parir a la que sería el único cachorro de su camada.
Es blanca y su dueña lo alimenta con leche por el hocico derecho porque la madre no ha querido darle de mamar.
1 comentarios:
Uy, pobrecica, es una pena que haya quedado repudiada por la madre. Espero que su tara física no le sea negativa a la gatita en su vida diaria.
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