Construido por el arquitecto Sóstrato de Cnido por orden de Ptolomeo II en la isla de Faro (Pharos), frente a Alejandría, consistía en una gigantesca torre sobre la que una hoguera permanente marcaba la posición de la ciudad a los navegantes, dado que la costa en esa zona era demasiado llana y se carecía, por tanto, de cualquier referencia para la navegación.
Su altura alcanzaba los 134 metros y para su construcción se utilizaron grandes bloques de vidrio que fueron utilizados como cimientos para aumentar la resistencia contra la fuerza del mar. El resto del edificio era de forma octogonal sobre una plataforma de base cuadrada y estaba compuesto de bloques de mármol unidos con plomo fundido. En la parte más alta, un gran espejo metálico reflejaba la luz del sol durante el día y por la noche proyectaba la de una gran hoguera a una distancia de hasta 50 km.
Con la excepción de la Gran Pirámide de Giza, sólo el faro sobrevivió al resto de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Sin embargo, fue severamente dañado por los terremotos de 1303 y 1323 hasta el punto de que el viajero árabe Ibn Battuta escribió que le había sido imposible entrar en las ruinas. Los restos desaparecieron en 1480 cuando el sultán de Egipto Qaitbay usó las ruinas para construir una fortaleza en la zona.
Ahora, varios países de la Unión Europea (Francia, Alemania, Italia y Grecia) está dispuestos a incluir el Faro en el ambicioso proyecto Medistone, concebido para recrear y conservar los monumentos arquitectónicos de la época ptolomea
1 comentarios:
Pues sí que vi reportajes en la tele acerca de cómo buceaban en la costa en busca de los restos, a mi me gustaría que lo reconstruyeran de nuevo. A decir verdad, sería fabuloso que se entretuvieran en reconstruir las antiguas maravillas del mundo aplicándoles las nuevas técnicas de construcción para que aguanten frente a terremotos.
Publicar un comentario